Diccionario de Salud Mental

Bienvenidos a nuestro Diccionario de Salud Mental, un recurso creado con cariño para ofrecer definiciones claras y sencillas sobre una amplia gama de términos relacionados con la salud mental. Este diccionario está pensado para todos, ya sea que tengas conocimientos previos en psicología o simplemente desees comprender mejor estos conceptos para tu bienestar personal o para apoyar a alguien cercano.

En un mundo donde la salud mental es cada vez más relevante, contar con información confiable y fácil de entender es esencial. Nuestro propósito es ayudarte a comprender los trastornos mentales, las terapias disponibles y otros términos clave que surgen en las conversaciones actuales. Creemos que el conocimiento es una herramienta poderosa para derribar estigmas, fomentar la empatía y promover el bienestar.

Aquí encontrarás una amplia variedad de términos cuidadosamente definidos para guiarte a través del complejo mundo de la salud mental. Sigue leyendo y descubre cómo podemos ayudarte a entender y cuidarte.

Las palabras se encuentran en orden alfabético, si quiere buscar puedes utilizar el comando: ctl + f y el navegador abrira la casilla de búsqueda.

Acoso escolar: Imagínate que vas a la escuela y te sientes constantemente atacado, ya sea con palabras hirientes, golpes o burlas. Eso es acoso escolar o bullying. No es solo «cosas de niños»; puede afectar profundamente tu bienestar emocional. Es importante hablar con alguien de confianza si estás pasando por esto.

Adicción y abuso de drogas: La adicción es cuando alguien usa drogas compulsivamente a pesar de las consecuencias negativas. No se trata solo de falta de fuerza de voluntad; es una enfermedad que cambia cómo funciona el cerebro. El abuso de drogas puede llevar a la adicción y a graves problemas de salud, pero con ayuda, es posible recuperarse.

Afectividad: La afectividad es nuestra capacidad de sentir y expresar emociones. Es lo que nos permite conectar con otros, mostrar amor, tristeza o alegría. Imagínalo como el color que da vida a nuestras relaciones y experiencias diarias.

Agorafobia: Es un miedo intenso a estar en lugares donde escapar podría ser difícil o donde no podrías recibir ayuda si algo sale mal. Esto puede hacer que evites lugares como centros comerciales o transporte público. No es solo ser tímido; es un miedo abrumador que puede limitar mucho tu vida.

Alcoholismo: El alcoholismo es cuando alguien siente una necesidad muy fuerte de beber alcohol y no puede controlarlo. Esto puede afectar seriamente la vida de la persona y su salud, pero hay programas y tratamientos que pueden ayudar a superar esta adicción.

Amnesia: Amnesia es cuando tienes una pérdida de memoria, ya sea temporal o permanente. Puede ser causada por un golpe en la cabeza, una enfermedad, un trauma emocional o incluso ciertos medicamentos. Es como si partes de tu vida se borrarán de tu mente.

Amor Propio: El amor propio es más que gustarte a ti mismo; es tratarte con el mismo respeto y cuidado que mostrarías a un buen amigo. Implica reconocer tu valor y cuidar de tu salud física y emocional. Practicar el amor propio puede significar establecer límites, decir «no» cuando es necesario, y tomarte el tiempo para hacer cosas que te hagan feliz.

Anorexia: La anorexia es un trastorno alimenticio donde la persona tiene un miedo extremo a ganar peso y come muy poco. Esto puede llevar a una pérdida de peso peligrosa y problemas de salud graves. No se trata solo de querer estar delgado; es una lucha profunda y seria con la autoimagen y la alimentación.

Antidepresivos: Los antidepresivos son medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Actúan equilibrando ciertos químicos en el cerebro que afectan cómo te sientes. Pueden ser una herramienta valiosa en el camino hacia sentirte mejor.

Antipsicóticos: Estos medicamentos se usan para tratar trastornos como la esquizofrenia, que pueden causar alucinaciones y delirios. Ayudan a las personas a pensar con más claridad y a reducir los síntomas que alteran su percepción de la realidad.

Apraxia: Apraxia es cuando tu cerebro tiene problemas para enviar las señales correctas a tus músculos para hacer movimientos específicos. Aunque quieres hacer algo, como abrocharte una camisa, tu cuerpo no coopera de la manera esperada.

Apraxia: La apraxia es cuando tu cerebro tiene problemas para enviar las señales correctas a tus músculos para hacer movimientos específicos, a pesar de tener la capacidad física para hacerlo. Es como querer abrocharte una camisa pero tu cuerpo no responde de la manera esperada.

Autismo: El trastorno del espectro autista (TEA) afecta la comunicación y el comportamiento. Las personas con autismo pueden tener dificultades para interactuar socialmente y pueden tener intereses y comportamientos repetitivos. Cada persona con autismo es diferente y tiene sus propias fortalezas y desafíos.

Autoestima: La autoestima es cómo te ves a ti mismo. Si tienes una buena autoestima, te valoras y te sientes capaz. Pero si es baja, podrías sentir que no eres lo suficientemente bueno. Una autoestima saludable es esencial para tu bienestar emocional porque afecta cómo te enfrentas a la vida y a los desafíos. Si sientes que tu autoestima necesita un impulso, hablar con un terapeuta puede ser de gran ayuda.

Autolesión: Comportamiento en el que una persona se daña a sí misma, a menudo como una forma de lidiar con emociones intensas. Es un signo de que alguien necesita ayuda urgente para encontrar formas más saludables de enfrentar sus problemas.

Bulimia: La bulimia es un trastorno alimenticio donde las personas comen en exceso y luego intentan compensarlo vomitando o haciendo ejercicio excesivo. Es una forma dañina de intentar controlar el peso y necesita atención médica para ser tratada.

Catatonia: Es un estado en el que una persona puede estar muy inmóvil, no responder o moverse excesivamente de manera agitada. Es un síntoma que puede ocurrir en varios trastornos mentales, incluyendo la esquizofrenia.

Cognición: La cognición se refiere a todos los procesos mentales que usamos para adquirir conocimiento y comprender el mundo: percepción, pensamiento, memoria y juicio. Es esencial para aprender y tomar decisiones.

Comportamiento: El comportamiento es la manera en que actuamos y respondemos a diferentes situaciones. Puede ser influenciado por nuestras emociones, pensamientos y el entorno. Es todo lo que hacemos, desde cómo hablamos hasta cómo manejamos el estrés.

Compulsión: Comportamientos repetitivos que una persona siente la necesidad de realizar en respuesta a una obsesión. Por ejemplo, lavarse las manos repetidamente por miedo a los gérmenes.

Conciencia: En términos de salud mental, la conciencia implica estar plenamente presente y consciente de tus pensamientos, emociones y entorno. Practicar la atención plena puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.

Condiciones múltiples o simultáneas: Esto se refiere a cuando una persona tiene más de un trastorno de salud mental o físico al mismo tiempo. Por ejemplo, alguien podría tener depresión y ansiedad al mismo tiempo. Manejar múltiples condiciones puede ser más complicado, pero es posible con el tratamiento adecuado.

Delirio: Estado de confusión aguda que implica desorientación, alucinaciones y pensamientos desorganizados. Puede ser causado por enfermedades, infecciones o el uso de drogas.

Depresión posparto: Esta es una depresión que ocurre después del nacimiento de un bebé. No es solo el «baby blues»; es una condición seria que puede afectar la capacidad de una madre para cuidar de sí misma y de su bebé.

Depresión: La depresión es un trastorno del estado de ánimo que causa una tristeza persistente y pérdida de interés en actividades que antes disfrutabas. No es simplemente sentirse triste; es una condición que puede afectar tu vida diaria y necesita atención y tratamiento adecuados.

Desintoxicación: Desintoxicarse es el proceso de eliminar sustancias tóxicas, como drogas o alcohol, de tu cuerpo. Generalmente se hace bajo supervisión médica para asegurar que sea seguro y efectivo.

Despersonalización: Es una sensación de estar desconectado de tu propio cuerpo y mente, como si fueras un observador externo. Puede ser perturbador y hacer que te sientas fuera de lugar en tu propia vida.

Disforia: La disforia es una sensación intensa de descontento o infelicidad. Puede estar relacionada con muchas cosas, incluyendo la identidad de género o situaciones de vida que te hacen sentir fuera de lugar.

Disociación: La disociación es como si tu mente se desconectara de tus pensamientos, sentimientos o identidad. Es una manera en la que el cerebro se protege de experiencias traumáticas. Puede hacer que te sientas como si estuvieras observando tu vida desde fuera o que no te reconoces a ti mismo.

Distimia: La distimia es una forma de depresión crónica de menor intensidad que dura al menos dos años. Aunque los síntomas pueden no ser tan severos como en la depresión mayor, puede afectar significativamente la calidad de vida.

Drogodependencia: Esto significa que una persona no puede dejar de consumir drogas a pesar de que le cause problemas en su vida. Es una lucha difícil, pero hay tratamientos y apoyo disponibles para ayudar a superarla.

Duelo: El duelo es el proceso de enfrentar la pérdida de alguien o algo significativo en tu vida. Puedes sentir tristeza, ira, confusión y muchas otras emociones. Cada persona vive el duelo de manera diferente, y es importante darse tiempo y buscar apoyo.

Empatía: La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos de otra persona y entender sus sentimientos. Es una habilidad importante para construir relaciones fuertes y saludables. Ser empático no solo te ayuda a conectar mejor con los demás, sino que también puede mejorar tu bienestar emocional al fomentar un sentido de comunidad y apoyo.

Entrevistas motivacionales (EM): Esta técnica es una forma de conversar que ayuda a las personas a encontrar su propia motivación para cambiar comportamientos negativos. Es como tener una charla con alguien que te entiende y te apoya para hacer cambios positivos en tu vida.

Esquizofrenia: La esquizofrenia es un trastorno mental que puede hacer que las personas vean o escuchen cosas que no están ahí (alucinaciones) o crean en cosas que no son reales (delirios). Afecta cómo piensan y sienten, pero con tratamiento, las personas pueden llevar una vida plena.

Estigma: El estigma es cuando se juzga o se discrimina a alguien debido a una característica particular, como un trastorno de salud mental. Romper el estigma es esencial para que todos se sientan cómodos buscando la ayuda que necesitan sin miedo al juicio.

Estrés: El estrés es la respuesta de tu cuerpo a demandas o amenazas. En pequeñas dosis, puede ayudarte a estar alerta y listo para actuar. Pero cuando el estrés es constante, puede afectar tu salud física y mental, haciendo que te sientas abrumado.

Euforia: La euforia es un estado de felicidad extrema y sensación de bienestar. Aunque puede parecer positivo, si es parte de un trastorno, como la manía en el trastorno bipolar, puede llevar a comportamientos impulsivos y riesgosos.

Exposición prolongada: Técnica de terapia utilizada para tratar fobias y TEPT, donde se ayuda a la persona a enfrentar gradualmente sus miedos en un entorno controlado y seguro hasta que estos pierden su poder sobre ellos.

Fobia social: También conocida como trastorno de ansiedad social, es el miedo intenso a ser juzgado o evaluado negativamente en situaciones sociales. Puede hacer que evites eventos y reuniones, afectando tu vida diaria y tus relaciones.

Fobia: ¿Alguna vez has sentido un miedo muy intenso a algo específico, como a las alturas o a ciertos animales? Eso es una fobia. Es un miedo desproporcionado que puede afectar tu vida diaria, pero hay tratamientos que pueden ayudarte a superarlo.

Fuga disociativa: Este es un estado raro donde una persona pierde temporalmente su identidad y puede viajar lejos de su hogar sin recordar cómo llegó allí o quién es. Es una forma de disociación extrema a menudo causada por estrés o trauma.

Gestión de las Emociones: Todos sentimos emociones intensas de vez en cuando, pero saber cómo manejarlas es clave para una vida equilibrada. La gestión de las emociones implica reconocer lo que sientes, entender por qué lo sientes y encontrar maneras saludables de responder. Puede incluir técnicas como la meditación, el ejercicio, o simplemente hablar con alguien de confianza.

Grupos de Apoyo de Limbo: Espacios seguros y confidenciales donde personas con desafíos similares se reúnen para compartir experiencias y ofrecer apoyo emocional. Estos grupos abordan temas como depresión, ansiedad, trastornos alimenticios, supervivencia al abuso y duelo, proporcionando una red de comprensión y ayuda mutua.

Hipocondría: La hipocondría es cuando alguien está constantemente preocupado por tener una enfermedad grave, incluso cuando no hay evidencia médica que lo confirme. Este miedo puede llevar a buscar pruebas médicas innecesarias y a sentir una ansiedad constante sobre la salud.

Hipomanía: Es una forma menos severa de manía. Las personas con hipomanía se sienten muy animadas, productivas y creativas, pero estos síntomas pueden volverse problemáticos si no se controlan, interfiriendo con el día a día y las relaciones.

Hospitalización: A veces, los problemas de salud mental necesitan atención más intensa que la que se puede recibir en casa. En estos casos, la hospitalización proporciona un entorno seguro donde recibir el tratamiento necesario.

Ideación suicida: Pensamientos sobre querer quitarse la vida. Es crucial tomar estos pensamientos en serio y buscar ayuda inmediata, ya que hay recursos y personas dispuestas a ayudar a superar estos momentos difíciles.

Insomnio: El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido. Puede hacer que te sientas cansado durante el día y afectar tu capacidad para funcionar. A veces es causado por estrés, ansiedad o malos hábitos de sueño.

Inteligencia Emocional: La inteligencia emocional es la habilidad de entender y manejar tus propias emociones, así como las de los demás. Las personas con alta inteligencia emocional son buenas para comunicarse, resolver conflictos y mantener relaciones positivas. Desarrollar esta habilidad puede ayudarte a navegar mejor las interacciones diarias y a mejorar tu calidad de vida.

Intervención en crisis: Es una acción inmediata y urgente para ayudar a alguien que está en una situación de salud mental grave, como un intento de suicidio. Involucra técnicas para estabilizar a la persona y proporcionar los cuidados necesarios.

Jerarquía: En el contexto de la terapia, la jerarquía es una lista de situaciones temidas ordenadas de menor a mayor ansiedad. Se utiliza en terapias de exposición para enfrentar gradualmente estos miedos y reducir la ansiedad asociada.

Manejo del Estrés: El estrés es parte de la vida, pero si se acumula, puede afectar tu salud. Manejar el estrés de manera efectiva significa encontrar estrategias que te ayuden a relajarte y recuperar el control. Esto podría incluir actividades como el yoga, la respiración profunda, hacer ejercicio regularmente o dedicar tiempo a tus pasatiempos favoritos.

Manía: La manía es un estado de ánimo extremadamente elevado o irritable, que puede llevar a comportamientos impulsivos y riesgosos. Es una parte del trastorno bipolar y necesita tratamiento para manejarse adecuadamente.

Mutismo selectivo: Este trastorno afecta principalmente a los niños y hace que no puedan hablar en ciertas situaciones sociales, aunque hablen normalmente en otras. No es que no quieran hablar, sino que no pueden debido a la ansiedad extrema que sienten.

Narcisismo: Imagina a alguien que siempre quiere ser el centro de atención, que cree que es mejor que los demás y que no tiene mucho interés en cómo se sienten los otros. Eso es narcisismo. Las personas con esta característica suelen necesitar admiración constante y pueden tener dificultades para mantener relaciones saludables porque carecen de empatía. Si conoces a alguien así, es importante establecer límites claros para proteger tu bienestar emocional.

Neurodiversidad: Este término reconoce que las variaciones en el cerebro humano son normales y pueden incluir condiciones como el autismo, el TDAH y la dislexia. La neurodiversidad promueve la inclusión y la apreciación de estas diferencias.

Neurosis: Este término se refiere a una serie de problemas de salud mental que te pueden hacer sentir mucha ansiedad, estrés o tristeza, pero sin perder contacto con la realidad. Por ejemplo, podrías sentirte muy preocupado todo el tiempo o tener dificultades para relajarte.

Obsesión: Una obsesión es un pensamiento, imagen o impulso no deseado que se repite una y otra vez, causando ansiedad. Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) a menudo experimentan estas obsesiones y sienten la necesidad de realizar ciertos actos para aliviar la ansiedad.

Opioide: Los opioides son una clase de drogas que incluyen analgésicos recetados y drogas ilegales como la heroína. Pueden ser altamente adictivos y su abuso puede llevar a graves problemas de salud e incluso la muerte. La adicción a opioides necesita tratamiento especializado.

Pánico: Los ataques de pánico son episodios repentinos de miedo intenso que pueden incluir síntomas físicos como palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar. Pueden ocurrir sin una causa aparente y ser muy aterradores.

Pensamientos rumiativos: Estos son pensamientos negativos y repetitivos que una persona no puede dejar de tener. Es como tener un disco rayado en la mente que repite una y otra vez los mismos pensamientos estresantes. La terapia puede ayudar a romper este ciclo.

Programa de hospitalización parcial (PHP): Es un programa de tratamiento intensivo donde una persona recibe terapia durante el día, pero regresa a casa por la noche. Es una buena opción para aquellos que necesitan más apoyo que el tratamiento ambulatorio, pero no requieren hospitalización completa.

Programas ambulatorios intensivos (PAI): Estos programas ofrecen un nivel más alto de atención que la terapia regular, pero no requieren hospitalización. Los pacientes asisten a sesiones de terapia intensiva varias veces a la semana y luego regresan a casa.

Psicofarmacología: Es el estudio de cómo los medicamentos afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Los profesionales de la salud mental usan esta ciencia para recetar medicamentos que ayudan a manejar los síntomas de trastornos mentales.

Psicosis: La psicosis es una condición que afecta cómo el cerebro procesa la información, causando una pérdida de contacto con la realidad. Los síntomas pueden incluir alucinaciones (ver o escuchar cosas que no están ahí) y delirios (creencias falsas).

Psicoterapia: La psicoterapia es el proceso de hablar con un terapeuta para resolver problemas emocionales y de comportamiento. Hay muchos tipos de psicoterapia, y un terapeuta puede ayudarte a encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades.

Regulación emocional: Es la capacidad de manejar y responder a tus emociones de una manera saludable. Las técnicas de regulación emocional te ayudan a reducir la intensidad de emociones negativas y a aumentar las positivas.

Relaciones Digitales: En la era de las redes sociales, nuestras interacciones en línea pueden afectar significativamente nuestra salud mental. Las relaciones digitales son cómo nos conectamos con otros a través de plataformas como Facebook, Instagram o WhatsApp. Aunque pueden ser una gran manera de mantenernos en contacto, también pueden llevar a sentimientos de comparación y ansiedad. Es importante equilibrar el tiempo en línea con interacciones cara a cara y ser consciente de cómo te afectan estas relaciones.

Relaciones Tóxicas: Todos hemos escuchado sobre relaciones que no nos hacen bien. Una relación tóxica es aquella en la que te sientes constantemente triste, ansioso o menospreciado. Puede haber manipulación, falta de respeto, y abuso emocional. Identificar y salir de estas relaciones es crucial para tu salud mental. Busca apoyo si te encuentras en una situación así; nadie debería soportar una relación dañina.

Residencial: Este tipo de tratamiento es cuando vives en un centro especializado para recibir atención continua. Es útil para problemas graves de salud mental o adicciones, proporcionando un entorno de apoyo 24/7.

Resiliencia: La resiliencia es como un superpoder que todos podemos desarrollar. Es la capacidad de recuperarte de situaciones difíciles, aprender de ellas y seguir adelante con más fuerza.

Síndrome de Tourette: Este es un trastorno que causa tics, que son movimientos o sonidos repetitivos que la persona no puede controlar. Puede ser algo tan simple como parpadear mucho o decir palabras de repente, y aunque puede ser desafiante, hay maneras de manejarlo.

Suicidio: El suicidio es cuando alguien siente que ya no puede seguir viviendo y decide terminar con su vida. Es un tema muy serio y es vital buscar ayuda de inmediato si tú o alguien que conoces está pensando en esto. Siempre hay esperanza y maneras de superar estos sentimientos.

Talleres de Limbo: Sesiones educativas y prácticas dirigidas por expertos en el tema y diseñadas a conciencia para proporcionar herramientas y técnicas específicas que mejoren un aspecto en concreto y el bienestar en general. Los talleres cubren temas como manejo del estrés, desarrollo de la autoestima, mindfulness, comunicación asertiva, autocuidado y gestión de la ira, entre otros.

TDAH: El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad hace que sea difícil para las personas concentrarse, estar quietas o controlar impulsos. Es más común en niños, pero también afecta a adultos. Hay muchas maneras de manejarlo, desde terapia hasta medicamentos.

Telepsiquiatría o telemedicina: Gracias a la tecnología, ahora puedes recibir atención de salud mental a través de videollamadas. Esto significa que puedes hablar con un profesional desde la comodidad de tu hogar, lo cual es muy útil si tienes dificultades para desplazarte.

Terapia conductista cognitiva: La terapia conductista cognitiva (TCC) es una forma de terapia que te ayuda a cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Es efectiva para tratar muchos problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, ayudándote a desarrollar estrategias para enfrentar y superar estos desafíos.

Terapia de aceptación y compromiso: Este tipo de terapia te enseña a aceptar tus pensamientos y sentimientos en lugar de luchar contra ellos. Se enfoca en comprometerte con acciones que reflejen tus valores personales, ayudándote a vivir una vida más plena y significativa.

Terapia de arte: Imagínate expresando tus sentimientos a través del arte. En esta terapia, dibujar, pintar o hacer cualquier tipo de actividad creativa te ayuda a mostrar lo que sientes y a entenderte mejor, incluso si no encuentras las palabras adecuadas.

Terapia de comportamiento dialéctico (DBT): Un tipo de terapia que combina estrategias de la terapia cognitivo-conductual con conceptos de aceptación y mindfulness. Es especialmente útil para personas con trastornos de la personalidad o conductas autodestructivas.

Terapia de exposición: Esta técnica ayuda a las personas a enfrentar sus miedos de manera gradual y controlada. Por ejemplo, si tienes miedo a volar, comenzarías hablando sobre aviones, viendo fotos, visitando un aeropuerto y, eventualmente, tomando un vuelo corto.

Terapia de grupo: Esta es una forma de terapia donde un grupo de personas con problemas similares se reúnen con un terapeuta para compartir experiencias y apoyarse mutuamente. Es útil para saber que no estás solo en tus luchas y para aprender de los demás.

Terapia de horticultura: Utiliza la jardinería y el cuidado de las plantas como una forma de terapia. Puede ser muy relajante y proporcionar una sensación de logro y conexión con la naturaleza.

Terapia familiar: Este tipo de terapia involucra a los miembros de la familia y trabaja para mejorar la comunicación y resolver conflictos. Es especialmente útil cuando los problemas de salud mental de un individuo afectan a toda la familia.

Trastorno alimenticio: Los trastornos alimenticios son afecciones graves relacionadas con comportamientos alimentarios persistentes que afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad de funcionar en áreas importantes de la vida. Incluyen la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.

Trastorno Bipolar: El trastorno bipolar es una condición que provoca cambios extremos en el estado de ánimo, desde períodos de alta energía y euforia (manía) hasta períodos de depresión intensa. Es como vivir en una montaña rusa emocional. Con tratamiento, las personas pueden manejar sus síntomas y llevar una vida equilibrada.

Trastorno de Ansiedad Generalizada: Este trastorno implica una preocupación constante y excesiva sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana, incluso cuando no hay una razón aparente para preocuparse. Imagina sentirte siempre al borde de un ataque de nervios. Hay muchas formas efectivas de tratarlo, como la terapia y los medicamentos.

Trastorno de Ansiedad Social: También conocido como fobia social, este trastorno implica un miedo intenso a ser juzgado o evaluado negativamente en situaciones sociales. Las personas con ansiedad social pueden evitar eventos y reuniones, y sentirse extremadamente nerviosas cuando deben interactuar con otros.

Trastorno de ansiedad: Sentirse ansioso es normal, pero cuando la preocupación y el miedo son excesivos y constantes, puede ser un trastorno de ansiedad. Este trastorno puede hacer que te sientas siempre en alerta y puede afectar tu vida diaria, pero hay tratamientos efectivos disponibles.

Trastorno de Conducta: Este trastorno, comúnmente diagnosticado en la infancia o adolescencia, se caracteriza por comportamientos que violan los derechos de otros o las normas sociales, como agresión, destrucción de propiedad, engaño o robo.

Trastorno de Estrés Agudo: Este trastorno puede desarrollarse inmediatamente después de un evento traumático, causando síntomas similares al trastorno de estrés postraumático (TEPT), como flashbacks, pesadillas y ansiedad severa. Sin embargo, el trastorno de estrés agudo es de corta duración, generalmente menos de un mes.

Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): El TEPT ocurre después de vivir un evento traumático. Las personas pueden experimentar flashbacks, pesadillas y ansiedad severa que dificultan su vida diaria. Es importante buscar ayuda profesional para aprender a manejar y superar estos síntomas.

Trastorno de Identidad Disociativo (TID): Anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, el TID es una condición en la que una persona tiene dos o más identidades o personalidades distintas que controlan su comportamiento en diferentes momentos. Este trastorno suele estar relacionado con experiencias traumáticas severas durante la infancia.

Trastorno de la Personalidad Dependiente: Este trastorno se caracteriza por una necesidad excesiva de ser cuidado, lo que lleva a comportamientos sumisos y temores de separación. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para tomar decisiones sin la aprobación de otros.

Trastorno de la Personalidad Esquizoide: Las personas con este trastorno son solitarias y tienen poca necesidad de relaciones sociales. Suelen ser vistas como distantes o indiferentes y prefieren actividades solitarias.

Trastorno de la Personalidad Esquizotípica: Este trastorno implica comportamientos y pensamientos excéntricos, así como dificultades para establecer relaciones cercanas. Las personas pueden creer en fenómenos paranormales o tener pensamientos mágicos.

Trastorno de la Personalidad Evitativa: Las personas con este trastorno evitan situaciones sociales y laborales por miedo a la crítica o el rechazo. Aunque desean relaciones cercanas, su temor al rechazo los lleva a aislarse.

Trastorno de la Personalidad Histriónica: Este trastorno se caracteriza por un comportamiento excesivamente dramático y emocionalmente cargado. Las personas con este trastorno buscan constantemente la atención y pueden sentirse incómodas cuando no son el centro de atención.

Trastorno de la personalidad límite (TPL): El TPL se caracteriza por emociones intensas, relaciones inestables y miedo al abandono. Las personas con TPL pueden experimentar cambios de humor rápidos y tener dificultades para controlar sus impulsos.

Trastorno de pánico: Este trastorno se caracteriza por ataques de pánico repentinos y recurrentes, que son episodios de miedo intenso acompañados de síntomas físicos como palpitaciones y falta de aire. Aunque pueden ser aterradores, hay tratamientos que pueden ayudar a controlarlos.

Trastorno de pellizcado cutáneo y de arrancarse el pelo: Algunas personas sienten un impulso muy fuerte de pellizcarse la piel o arrancarse el pelo, lo que puede causar heridas. Este trastorno es más común de lo que piensas y hay maneras de tratarlo para reducir estos comportamientos.

Trastorno de Personalidad Paranoide: Este trastorno se caracteriza por una desconfianza generalizada y sospecha hacia los demás, creyendo que otros tienen intenciones maliciosas, lo que puede afectar gravemente las relaciones y la vida diaria.

Trastorno del Sueño-Vigilia por Turnos de Trabajo: Este trastorno afecta a personas que trabajan en horarios irregulares, como turnos nocturnos. La desalineación entre el horario de sueño y el reloj biológico interno puede llevar a insomnio, fatiga y problemas de concentración.

Trastorno Delirante: Las personas con este trastorno tienen creencias falsas fijas (delirios) que pueden parecer plausibles, pero no son reales. Estos delirios pueden incluir creer que están siendo perseguidos, tener una enfermedad grave, o ser una figura importante o famosa.

Trastorno depresivo mayor (TDM): Este trastorno implica una tristeza profunda y persistente que afecta la capacidad de disfrutar la vida y realizar actividades cotidianas. No es simplemente sentirse triste; es una condición seria que necesita tratamiento para mejorar.

Trastorno Explosivo Intermitente: Las personas con este trastorno experimentan episodios recurrentes de ira intensa y explosiva que están fuera de proporción con la situación que los desencadena. Estos estallidos pueden incluir agresión verbal o física.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): El TOC es un trastorno donde las personas tienen pensamientos intrusivos y no deseados (obsesiones) que las llevan a realizar comportamientos repetitivos (compulsiones) para aliviar la ansiedad. La terapia y los medicamentos pueden ayudar a manejar los síntomas.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad (TOCP): Este trastorno se caracteriza por una preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control. A diferencia del TOC, las personas con TOCP no suelen tener compulsiones, pero sus altos estándares pueden afectar negativamente sus relaciones y su capacidad para funcionar en la vida diaria.

Tratamiento con asistencia de medicamentos (TAM): Este enfoque combina medicamentos con terapia para tratar trastornos de salud mental y adicciones. Los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas, mientras que la terapia aborda las causas subyacentes y desarrolla habilidades de afrontamiento.

Trauma: El trauma es una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, violencia o desastre natural. Puede causar síntomas duraderos como ansiedad, flashbacks y dificultad para funcionar en la vida diaria.

Gracias por explorar nuestro Diccionario de Salud Mental. Esperamos que hayas encontrado la información útil y clara, y que te sientas más capacitado para comprender y abordar los desafíos de salud mental.

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